A veces no es necesario buscar exclusivos resorts, restaurantes con estrella o afamados destinos para disfrutar de un lujo más auténtico y cercano, que se aprecia en los detalles y en el servicio. Andalucía ofrece pequeños secretos que coinciden con este tipo de viajes y destinos que, sin dejar de ser sorprendentes, esconden los pequeños detalles y un lujo alternativo digno de mención.
Priego de Córdoba, en la provincia del mismo nombre, es un buen ejemplo de todo ello. Pueblo pequeño y acogedor, en el centro de Andalucía, bien conectado con las principales ciudades, y con bastantes recursos para no dejar de sorprender a visitantes locales y extranjeros que busquen escapadas para desconectar, buena gastronomía y alojamientos correctos y con buen servicio. Di buena fe de todo ello en mi reciente visita, donde pude comprobar el buen trato, la atmósfera de tranquilidad y la calurosa acogida de sus habitantes con los visitantes que eligen Priego como destino.
Destaco su restauración, con restaurantes que no esperas encontrar y una gastronomía magnífica. Alojamientos acogedores, en un entorno tranquilo y agradable, ya sea dentro o fuera de su conocido casco antiguo, con un barrio de la Villa y una fuente del Rey que no deben dejar de visitarse. Y por supuesto, su aceite, oro líquido que alcanza una de sus máximas expresiones en Priego, y que destaca precisamente por este producto. Una cata de aceites es condición indispensable para redondear la visita a uno de los pueblos si bien conocidos, aún por descubrir en muchas de sus facetas, todas ellas sorprendentes.
Algunas recomendaciones:
Restaurante El Aljibe y restaurante El Balcón del Adarve
Hotel Huerta Las Palomas, Hotel Las Rosas
Catas de aceite Pórtico de la Villa Manuel Montes Marín
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